Recientemente leí un artículo en la revista Muy Interesante con las 10 frases más grandes sobre la felicidad. Eran éstas.
«La felicidad frecuentemente se cuela por una puerta que no sabías que estaba abierta». John Barrymore.
«La felicidad se alcanza cuando, lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía». Gandhi.
«La felicidad es íntima, no exterior; y por lo tanto no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos». Henry Van Dyke.
«La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante”. Antonio Gala.
«Cuanto más feliz soy, más compadezco a los reyes». Voltaire.
«Una mesa, una silla, un plato de fruta y un violín, ¿qué más necesita un hombre para ser feliz?» Albert Einstein.
«La felicidad es tener una gran familia, cariñosa, diligente, que se preocupe por uno y que esté unida; pero que viva en otra ciudad». George Burns.
«La felicidad es sencillamente buena salud y mala memoria». Albert Schweitzer.
«La felicidad no es algo que experimentas; es algo que recuerdas». Oscar Levant.
«La felicidad compensa en altura lo que le falta en longitud». Robert Frost.
No hace falta ser un gran filósofo, psicólogo, historiador o escritor para definir una palabra tan importante en nuestras vidas. De hecho, la felicidad es tan subjetiva que cada persona se debería preguntar qué es para ella la felicidad y cómo conseguirla.
Para mí, la felicidad plena, es un estado de armonía interior y exterior. El adjetivo exterior describe mi familia y amigos, una armonía en mi entorno más cercano. Cuando existe armonía en mi vida, hay felicidad. Por tanto, la felicidad plena, analizando mi definición, es muy difícil de conseguir. La palabra armonía en un ámbito interno y externo resulta casi utópico de alcanzar. Siempre hay grandes o pequeños acontecimientos, hechos o imprevistos que hace que la armonía de tu vida se tambalee. Ley de vida. Por ejemplo, hay momentos que alcanzas una armonía interior casi perfecta y entonces la armonía exterior se ve interrumpida por el problema de algún familiar o viceversa. La felicidad es un cúmulo de tantos factores que la armonía de todos ellos al mismo tiempo se hace muchas veces inalcanzable e inaccesible.
Por lo tanto, yo tengo otra definición de la felicidad, la que utilizo diariamente, en mi vida cotidiana y es ésta:
“Mi felicidad la busco en mi día a día con el poder de gratitud valorando lo que tengo y poseo,
con el poder del positivismo viendo lo bueno en lo malo y
con el poder de superación intentado mostrar lo mejor de mí cada día”
Esta definición no es utópica ni son tampoco un hatajo de palabras bonitas que se las lleva el viento. Esta definición es el camino que me lleva a mi felicidad, el camino que me hace feliz. Como todo ser humano y como la vida misma hay veces que falla. No es una ciencia exacta. Además es necesario que falle para enseñarme a valorar incluso más lo afortunada que soy o que me considero.
Lo más importante es buscar la felicidad cada día, no esperar a ser feliz. ¿Cuál es tu definición de la palabra felicidad?
6 comentarios
Para mi la felicidad es que mis hijos esten bien
Me alegro Cristina que sepas definir «tu felicidad» tan claramente. Eso es muy bueno. Un saludo y gracias por leernos.
Nunca me he planteado está pregunta y ahora que me la planteo me resulta muy difícil hacerlo. Gracias por hacerme reflexionar. Me encanta este blog.
Gracias Elena por tu comentario. No dudes en compartir con nosotros tu definición cuando la encuentres. Sigue pensando, eso es bueno 😉
La felicidad para mi es tener salud dinero y amor.
Buenos días Mar: Lo más importante es saber qué es para nosotros la felicidad porque así sabemos lo que buscamos. El salud y el amor son factores imprescindibles en nuestra felicidad, y el dinero ayuda mucho a hacer las cosas más fáciles. Un saludo.