Supongo que lo más difícil de encajar es lo malvada, ruin y perversa que la vida puede ser en ocasiones. Te sirve en bandeja, y como si de alguna vieja venganza se tratara, la más grande de todas tus desgracias. Así de repente, sin avisar.
Te preguntas por qué a ti y te das cuenta que nadie será capaz de responderte nunca a esa pregunta. El destino azotó de la manera más cruel la vida de unos amigos la semana pasada. Fallecía de una manera inesperada, lacerante y tremendamente bárbara la vida de un pilar para ellos en su familia.
En el funeral oía a las personas decir, “Así es la vida y no se puede hacer nada” y yo pensaba, “pues menuda mierda” (y perdón por la expresión). No estoy de acuerdo, yo soy de las personas que piensa que LA VIDA NO ES ASÍ, la vida es justo lo contrario. La vida es un atardecer, un arcoíris, un beso, un abrazo, una acaricia, una sonrisa, una carcajada, un momento, un lugar. Así; triste y lamentablemente, es la muerte.
Después de terminar el funeral y de vivir un día surrealista y tremendamente macabro empieza el verdadero camino de espinas para ellos, ese camino llamado duelo. Es un sufrimiento inmensurable e irremplazable que se vive en la más grande soledad. Se vive en toda su magnitud, tocando suelo y poco a poco renaciendo como el Ave Fénix. En psicología, siempre se recomienda superar un bache por uno mismo, no por los demás. En este caso, la única fuerza que puede conducirte a querer superar este duelo que te ha tocado vivir es hacerlo por la persona que ya no está, esa que te quiere ver feliz, esa que le gustaría estar aquí y no está, esa que te quiso hasta el infinito y más allá, esa a la que le debes tu vida, esa que antes de irse, mediante actos y logros, te demostró que solo tiran la toalla los cobardes, esa que te enmendó seguir cuidando de los tuyos, esa que siempre te enseñó tantas cosas bonitas.
El duelo pasará también, amigos. Todo pasa. Volver a ser felices se lo debéis a los que ya no están, a los valientes, a los luchadores, a los inmortales.
Vuestro deber ahora es resurgir.