Miles de proyectos. Cientos de planes. Viajes. Cambios de aires. Excursiones. Reencuentros con amigos que hace tiempo no veías. Comidas con familiares que tanto has añorado este invierno. Sol. Olor a azahar. Olor al naranjo en flor. Cielos azulados. Verdes praderas. Mares turquesas. Días más largos.
YA ES SEMANA SANTA
Todo parece perfecto sino fuera porque se nos ha olvidado algo muy importante, esencial, básico y primario, se nos ha olvidado RESPIRAR. Sí respirar aunque suene muy absurdo. Tenemos tantos planes que no nos damos cuenta de que lo que nuestro cuerpo necesita es PAZ. Estos días los horarios no tendrían que existir. Ni tampoco las obligaciones. Necesitamos coger fuerzas. Necesitamos llenarnos de energía.
¿Habéis experimentado las sensaciones tan bonitas que emergen al pasear en un campo de naranjos? ¿Os habéis parado a pensar lo importante que es para tu mente observar un atardecer o pasear por la arena junto al mar? Tristemente la gran mayoría desconoce los beneficios tan saludables que nuestro cuerpo experimenta al conectar con cualquier escenario que nos presente la naturaleza.
Disfruta de tus vacaciones pero date tiempo para ti. Para disfrutar de las grandes cosas de la vida. Esas cosas que son gratis. Las que no tienen precio. Desconecta tu mente de tu rutina y oxigénala de pensamientos e imágenes positivas. Respira hondo ante un escenario natural de belleza incalculable.
No nos engañemos. No necesitamos dinero. Necesitamos ser capaces de disfrutar de las cosas simples de la vida. Tenemos que intentar crear una simbiosis mente-espacio natural y por un momento aunque sea casi efímero dejar que las dos partes se conviertan en una. Te invito a pensar en estas vacaciones cómo de importante es la naturaleza para ti y cómo repercute ella en tu mente.
Haz de estas vacaciones, algo especial. Crea un conjunto de momentos inolvidables. Dedícate tiempo para ti.
6 comentarios
Me ha encantado el post
A nosotros nos encanta que gente como tú nos leáis. Muchas gracias.
Yo no he tenido vacaciones en Semana Santa pero cuando me coja unos días intentaré hacer una desconexión de verdad. Nunca desconectamos realmente.
Genial Verónica. Ya nos dices si lo has conseguido. Gracias por leernos.
La naturaleza es vida para mí, no podría vivir sin ella.
Gracias Elena por tu comentario. Pensamos igual entonces. Un saludo.