Hace muchos años y hablo de hace 7 años, empecé a leer un blog de unos padres que su hijo había nacido desgraciadamente con una enfermedad de las llamadas raras. Estos padres eran amigos de una de mis mejores amigas y el caso, desgraciadamente, me tocaba más de cerca. No fue por esto último (porque sabía quién eran los padres y el niño) por lo que leía diariamente el blog, sino porque leer ese blog llegó a enseñarme muchas cosas que aún recuerdo. Cuando lo leía me hacía analizar, reflexionar y recapacitar sobre mi vida y mis prioridades.
En una de sus publicaciones, hablaba de cómo los padres habían idealizado e imaginado una manera de educarle antes de que él naciera. Su madre explicaba, cómo habían pensado y hablado de la educación que le querían inculcar a su hijo; a qué colegio llevarle, cuándo y a qué guardería iría, qué deporte les gustaría que practicase, qué clases extraescolares elegiría, etc. innumerables hipótesis que todos los padres nos hacemos antes de ser padres. Y decía algo así…
“…teníamos todo planeado para ti, todo pensado, tu educación iba a ser lo primero para nosotros, ¡te queríamos enseñar tantas cosas!…y con tan solo 2 meses de vida TÚ nos has enseñado TODO a nosotros, qué ironía…Gracias cariño…”
Antes de que nazcan nuestros hijos, queremos darles la luna. Cuando nacen ellos nos dan a nosotros el sol. Nos enseñan muchas cosas que desconocíamos. Nos enseñan lo más bonito de ser padres, según mi humilde opinión, el amor incondicional. Ese amor que antes de ser padre no has experimentado. Ese amor infinito e incalculable. Siempre me acuerdo de las palabras que leí en su día en ese blog porque me he sentido muy identificada posteriormente. Los que más nos enseñan son nuestros hijos a nosotros. Antes de ser padre; estás convencido que lo sabes todo ya, se supone que eres maduro, responsable y adulto pero de repente, te das cuenta que una criatura de poco más de tres kilos de peso te mira con sus ojos y te enseña en una milésima de segundo, una infinidad de cosas que desconocías, te enseña que la vida no es cuestión de proyectos educacionales o materiales, te enseña que la vida es cuestión de AMOR, LUCHA Y SUPERACIÓN.
Si necesitas ayuda. Estoy a tu disposición. Contacta conmigo.
5 comentarios
Qué post más bonito. Gracias.
Gracias María y Beatriz. Un saludo.
Este post te hace «replantearte» muchas cosas. Gracias.
Tus hijos te enseñan todo en la vida. Estoy totalmente de acuerdo.
Parecen ellos los padre ¿eh? 😉 Un saludo.