Para muchos, ha llegado uno de los momentos más esperados del año. Las vacaciones de verano. Aquéllas que te ayudan a desconectar de tu vida rutinaria y durante dos o tres semanas te transportan a una vida idílica. Idílica durante dos semanas, se entiende. Las vacaciones son muy necesarias. La desconexión de la que hablamos nos hace oxigenar nuestra mente, cargar pilas y así, coger fuerzas.
Es primordial poder olvidarte por dos semanas de las cosas que dejas en casa. ¿Tú tienes ese don? ¿el don de la desconexión? ¿te vas de vacaciones y puedes olvidarte del trabajo y de los problemas que tienes en tu vida cotidiana? Si tienes el don, eres un afortunado y podrás sacar de las vacaciones, verdaderos beneficios saludables.
Tu idea de las vacaciones ideales puede ser una hamaca, un libro, un cóctel y el mar; la tuya, un avión, una capital, una guía y un museo, cualesquiera que sean tus vacaciones ideales, poder transportar tu mente a otro lugar es la clave para que tus vacaciones sean un éxito. Un cansancio físico no se puede comparar con un cansancio mental. Dependiendo de tu trabajo, querrás darle una tregua a tu cuerpo o a tu mente. El camino que utilices para dar rienda suelta a las ataduras que nos oprimen durante el resto del año es tu decisión.
Si no podemos evadirnos durante nuestras vacaciones y disfrutar de ellas sin pensar en las inquietudes de nuestra vida cotidiana, no podremos afrontar la vuelta de la misma manera. Necesitamos sobre todo oxigenación mental. Nuestra mente y nuestro cuerpo están unidos intrínsecamente y a la vez son una simbiosis. Con esto no quiero decir que nuestra vida rutinaria sea un calvario y un sufrimiento, nada más lejos de la realidad, es la vida que cada uno tenemos y queremos tener, pero indudablemente un paréntesis y los famosos “cambio de aires” son imprescindibles, saludables y salubres para todo ser humano.
Aprovecha tus vacaciones comoquiera que las concibas. El dinero no es indispensable y necesario para tener unas buenas vacaciones. Al menos, una servidora no piensa que lo sea. Las buenas vacaciones están en tu mente, en disfrutar con lo que la vida te ofrece en este momento. Tu pueblo de siempre, picnics en la playa, una casa rural en un sitio remoto, el camino de Santiago, Las Maldivas, Balí o Nueva York son destinos que depende de ti disfrutarlos y de cómo veas la vida pero sobre todo de tu don de desconexión. El destino es secundario, lo primario es TU MENTE.
Piérdete, escápate, disfruta.
¡Feliz verano!
6 comentarios
¡Me encantó el post! Súper bueno.
Muchas gracias por tu comentario, Evelin. Me alegro que el artículo te haya gustado. No dejes de seguir leyéndonos. Un saludo.
Que ganas de vacaciones y de desconectar. A ver si lo consigo.
Seguro que sí. Disfruta. Un saludo.
Me he ido de vacaciones y no he podido desconectar. Una pena
Intenta pensar porqué no has podido desconectar, Olga. Tu mente necesita un «break» para poder funcionar mejor. Suerte.