La fuerza de la naturaleza…

Habiendo vivido en Inglaterra durante casi 11 años, he llegado a apreciar lo importante y beneficioso que es el sol. Sí el sol. Cuando no lo tienes todos los días aprecias el grandísimo poder que ejerce en ti. De este modo, en Inglaterra aprendí a valorar la naturaleza, el aire libre, el mar, el campo, los sitios sin ruidos, la tranquilidad, el ruido de la lluvia como música relajante, profundicé que la naturaleza es la mejor amiga para sanear nuestra mente.

Cuando decidimos venirnos a vivir a España, decidimos elegir un sitio donde estuviésemos conectados con la naturaleza en todo momento. En Inglaterra vivíamos en un pueblo no muy grande y nos habíamos acostumbrado a vivir “desconectados” de la vida urbana. Por eso nos vinimos a vivir a un sitio cerca del mar.

Nos sentimos privilegiados de poder vivir en el sitio donde vivimos. “La naturaleza es el combustible para nuestra mente” dice Richard Ryan. Definitivamente, la naturaleza hace que te sientas más vivo. El ruido de las olas, el mar, su olor, la arena hacen que tu estrés disminuya considerablemente. La paz que te transmite la naturaleza se traslada a tu mente. Ése es su secreto.

Hay cantidad de estudios (Barton & Pretty, 2010) que avalan cómo tu autoestima mejora con el contacto de la naturaleza. Por ejemplo; cuidar de tu jardín, caminar, ir en bici, pescar, montar a caballo son actividades que han demostrado que solo 5 minutos de “Green exercise” tiene un alto aumento en tu autoestima.

Dr. Jeremy Dean asegura que las personas disfrutamos un 25% menos de la naturaleza que lo hacíamos hace 20 años. Esto no es de extrañar y es muy probable que empeoren los datos. La tecnología no ayuda a que esto cambie tampoco. Podemos observar como niños de tan solo 8 años disfrutan más jugando a los videojuegos que yéndose con sus amigos en bicicleta.

La naturaleza da vida. Sensación de estar vivos. Si lo pensáis bien, la inteligencia humana ha hecho que nos desarrollemos de la manera que lo hemos hecho pero el ser humano pertenece a un entorno y éste es el natural. Tendríamos que empezar a ver los beneficios que provoca nuestro medio ambiente en nuestra mente y cómo ayuda a nuestro bienestar psicológico. Apreciar sus encantos y sus poderes salubres.

No sé que sería de mí si tuviese que vivir lejos del mar… lejos de sus innumerables encantos. De todas maneras, no hace falta vivir cerca del mar para estar conectado con la naturaleza. Si vives en una gran ciudad, los fines de semanas puedes realizar cantidad de actividades que te conecten con la naturaleza. Lo importante es buscar el tiempo y sacar el máximo partido de él. Tu mente lo notará y tú también.