Te digan lo que te digan, que no te engañen. La inmensa mayoría de personas que dicen que el dinero no da la felicidad, creen que el dinero da la felicidad. Lo dicen, porque queda bien, porque se lleva decir que es algo superficial. No lo creen. Las acciones de cada persona demuestran directa e indirectamente cómo somos. Muchos dicen que el dinero no es importante cuando en lo único que piensan es en comprarse la última adquisición según las preferencias individuales de cada uno. Somos unos seres extraños, afortunados, que hemos nacido en un país desarrollado. En otras palabras, somos TONTOS. Así de claro.
Los tontos son aquéllos que aceptan que su felicidad se la marquen y dirijan otros. Aquéllos que mediante un anuncio de televisión encuentran su momento de gloria. No voy a hacer demagogia, no es lo mío, pero SOMOS AFORTUNADOS y se nos olvida muy rápidamente. Tenemos que vivir un problema de salud para darnos cuenta que en esta vida no somos nadie y que el dinero EFECTIVAMENTE no da la felicidad. Es así de triste. Sabemos lo desfavorecidos que están otros, nos produce un poco de pena, pero nada más. Nos comparamos con ellos por un periodo máximo de 10minutos y pasado este tiempo ya nos estamos lamentado de nuestras vidas otra vez.
Hace años trabajé en una compañía con una remuneración muy generosa pero no era feliz, el trabajo no me llenaba, no encontraba satisfacción personal en él y por tanto mi conciencia no me dejaba dormir tranquila. Me embarqué en un mundo material. Mi semana laboral terminaba y mis únicos objetivos eran irme de compras y a cenar a un nuevo restaurante diferente al de la semana pasada. Llegó un momento que entendí que eso no me hacía feliz. Fue difícil desembarcarme de aquel nivel de vida ya que había entrado en un círculo muy materialista pero cuando salí de él, pude respirar. Me gusta pensar que no volveré a estar más en esa situación. Mentiría si dijese que el dinero no es importante pero pasó a un segundo plano hace años. Mi objetivo en la vida no es tener dinero, es ser feliz.
Te invito a que pienses en las cosas que te hacen feliz. La vida es casi efímera, no hay tiempo para esperar a mañana. Nos tenemos que esforzar en ser felices, hoy, con lo que tenemos y con lo que creemos que nos falta.
Un beso, una caricia, una sonrisa, el sol, las flores, un paseo en bici, mirar un atardecer, un amanecer, el mar, el cielo lleno de estrellas, una buena conversación, un momento de risa loca,el amor, la familia, los amigos, la buena gente, no tienen precio. Somos muy afortunados. Ahora tenemos que “saber” que lo somos. Espero que la vida no te ponga en el filo de lo imposible para valorar una vida que no valorabas antes. Sé feliz ahora. Aprovecha el momento, bueno no, aprovecha el instante.
6 comentarios
Gracias Hortensia…., inspirador.
Me alegro María. Un saludo
El dinero no da la felicidad lo puedo demostrar. A mí no me la dio.
Gracias por tu comentario, María José.
El dinero no dará la felicidad pero ayuda y bastante. Aún cuando seas fuerte y no te dejes llevar por el materialismo, si las necesidades básicas no las tienes cubiertas, créeme que SI da felicidad el dinero. Estamos de acuerdo que cuando pasas por un gran problema de salud pasa a un ultimísimo plano el dinero pero aún así pones todos los medios económicos a tu alcance para poder solventar, dentro de lo que se pueda, la enfermedad. No sé si se me tachara de materialista pero pienso que los problemas económicos hacen mucho daño en la salud física y mental
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Carmen. Tú misma lo has dicho, el dinero no da la felicidad pero ayuda, pero NO DA LA FELICIDAD. Cuando no podemos cubrir nuestras necesidades básicas el dinero se convierte en el problema fundamental de nuestras vidas y por tanto si ese problema no existiese seríamos más felices (y por supuesto el estrés que acarrea afecta a nuestra salud física y mental). De la misma manera, si nuestro problema no es el dinero, tenerlo, no nos va a proporcionar la felicidad. A lo mejor, mi artículo está más encaminado a personas que su día a día se basa en el pensamiento del dinero como vía a la felicidad, olvidando lo verdaderamente esencial de la vida. Vivimos en un mundo capitalista, decir que el dinero no es importante sería una perogrullada. Así y al mismo tiempo, no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita.