La risoterapia. Los beneficios saludables de la risa.

El otro día hablaba con unas amigas y les comentaba la importancia de reír y los beneficios saludables que conlleva practicar este ejercicio tan sano y barato. Les proponía que sería bueno intentar “llorar de la risa” al menos una vez a la semana. Proponer “llorar de la risa” una vez a la semana ya me parece un objetivo muy poco ambicioso, pero si planteas la pregunta a más de uno, ya verás qué respuesta recibes; “Uf, una vez a la semana, qué difícil”; “¿Llorar de la risa?¿Una vez a la semana? Ni me acuerdo cuándo fue la última vez que lloré de la risa”. En fin, respuestas desoladoras, no te voy a engañar. Yo me esfuerzo en “llorar de la risa” siempre que puedo y cuantas más veces mejor. En mi caso, me ayuda a estar bien, a sentirme mejor.

Existen cantidad de estudios de grandes universidades que avalan la importancia de reír como una herramienta imprescindible para afrontar y superar problemas. Además, la risa, y por tanto tu estado emocional, no influye sólo en ti, sino también en los que te rodean, en tu familia, en tus amigos, en tus colegas. Empíricamente está demostrado todos los beneficios que la risa puede aportar a tu día a día.  Según la asociación El club de la risa, la risa ayuda a combatir el estrés y la angustia. Alivia ciertos estados de depresión. Refuerza tu sistema inmunológico. Relaja tu cuerpo y tu mente. Mejora la respiración y la circulación y sobre todo alivia el dolor y eleva tu autoestima.

Yo siempre animo a tener guardado en nuestro disco duro momentos que nos han hecho reír mucho para echar mano de ellos cuando los necesitemos. Tengo varios momentos guardados en mi disco duro. Una mañana, cuando vivía en Inglaterra de camino al trabajo, conduciendo, estaba pensando cómo afrontar un duro día que se me venía encima, tenía una reunión muy importante en la que discrepaba con el resto de los mortales que iban a acudir a dicha reunión y adelantaba que iba a ver discusiones en ella, fue entonces, cuando hice uso de mi disco duro y recordé una situación que me hizo llorar de la risa en un momento determinado. Empecé a recordarla y empecé a reírme, como estaba sola en el coche, los otros conductores me miraban porque me estaba riendo, me empecé a reír más y más de la situación que me hizo reír tanto en su momento y de esta nueva situación surrealista. Llegué al trabajo, aparqué el coche en el parking, entré en mi despacho y me dijo mi compañera, “¿qué te pasa? ¿has llorado? Tienes el rímel todo corrido”.  Cuando le expliqué que me había entrado la risa, sola en el coche y que todo el mundo me estaba mirando, nos entró la risa a las dos de una manera histérica. No se podía creer que una persona se pudiese reír sola tanto. La verdad es que yo también lo desconocía. Fue tanta energía positiva en una sola dosis de risa que afronté el día de una manera muy diferente, muy sana, muy tranquila. Mi autoestima se elevó tanto que entré en esa reunión, pisando fuerte, sin miedo, defendí mi territorio sin alterarme y me sentí muy orgullosa. Fue un día que nunca olvidaré.

La última vez que “lloré de risa” fue la semana pasada. Un amigo me llamó porque se acababa de acordar de una aventura en la cual nos embarcamos hace dos años, sin muy buenos resultados. ¡Qué risa!. Reírte de tus “fracasos” o “no éxitos” es primordial también para darle un poco de frivolidad a esta vida.

Reflexiona sobre los beneficios saludables de la risa. Piensa cuándo fue la última vez que te reíste mucho. ¿Te ríes asiduamente?. Estés en el momento que estés en tu vida, encuentra momentos para poder reírte, porque es la risa, y sus poderes, la que te ayudará a relativizar tus problemas. En la vida, estamos creando recuerdos constantemente, crea momentos de alegría, de risa. Ríete con los tuyos y cuando lo estés haciendo, crea una foto mental, “click”, y guárdala en tu disco duro.

¿Cuándo fue la última vez que lloraste de risa?