Es importante poder reflexionar sobre nuestros problemas para saber si el dolor que nos está causando merece la pena ser sentido y vivido. Seguramente te estarás preguntado qué dolor merece la pena vivir, ningún dolor es agradable o gustoso. Yo discrepo. Las batallas que tienes que lidiar en la vida te hacen más fuerte, más humana. El cómo hacer frente a esas batallas va en tu manera de ser y tu personalidad. La sensación de éxito y superación que se siente al dominar una etapa difícil en nuestras vidas es fundamental y esencial para seguir amando esta vida y no anclarse en una desazón permanente. Por tanto, hay dolores y sufrimientos que merecen la pena. La gran mayoría nos hacen salir de situaciones, claramente, tormentosas. La inmensa minoría restante son sufrimientos innecesarios. Son aquellos problemas que nos hacen sufrir pero no nos importan. Te daré un ejemplo. ¿Merece la pena agobiarse y disgustarse por algo que no sabes a ciencia cierta si puede ocurrir o no? ¿Merece la pena sufrir por una persona que, claramente, no te valora? ¿Merece la pena sufrir sin necesidad?
Te invito a reflexionar sobre las cosas que te están haciendo sufrir en tu vida. La vida es un constante cambio. Un suspiro puede ser eterno pero un tiempo malgastado es inexcusable. El sufrimiento es inevitable, la manera de como hacer frente al sufrimiento es muy personal, el sufrir sin necesidad es totalmente opcional. Para y piensa, ¿merece la pena?.